
“Los signos de la llama” es una novela que emerge como un testimonio vivo de una época intensa del Ecuador, donde la educación, el poder y la esperanza se entrelazan en medio del polvo de las escuelas rurales y las tensiones políticas de una nación en búsqueda de identidad. Escrita con un estilo sobrio y profundamente humano, esta obra póstuma de Antonio Lloret Bastidas —cronista vitalicio de Cuenca— rescata la dignidad del maestro rural, la voz de los olvidados y la llama persistente del idealismo. Reconocida por el propio Jorge Luis Borges como la mejor entre las presentadas a un certamen nacional en 1975, esta novela, al fin publicada, nos invita a leer no solo una historia, sino un país entero reflejado en sus personajes. Leerla es reencontrarse con el alma del Ecuador.