Quebrar el cuerpo

Con un lenguaje claro y melódico, este libro compuesto por relatos breves se sostiene de modo armónico y estable durante toda su extensión. Existe un imaginario propio de la autora que linda y hace oscilar al lector entre lo fantástico, lo siniestro y lo gótico. Los relatos transcurren con una naturalidad tan bien lograda que la inmersión en su diégesis y universo propio es casi inmediata. Las tramas están insufladas por la intriga de lo insólito casi onírico, la fuerza de los personajes, la prosa precisa, configurando así un universo envolvente por lo sui géneris. La contemplación del mundo animal que alterna con las oquedades de la naturaleza, que son las mismas del ser humano, confiere una tensión narrativa y una apuesta peculiar imbuida de signos metafóricos que el lector, curioso, está invitado a descifrar. Dictamen Jurado.